Nuestra lontananza.

Somos una pintura, en la cual otros nos han reconocido.Ni tu. Ni yo, lo habíamos esclarecido. Son las escaladas que hemos llevado en la espalda, las que otros distinguieron en nuestro cuerpo. Por momentos es tambien la mirada perdida en la profunda sinestesia que descubriste cuando te amaron y que yo descubrí cuando me amaron, después de mucho que había ya olvidado.
En nuestra pintura hay tres colores por ahora. El verde de la libertad anhelada que ambos llevamos, escondida muy escondida, tras la jaula del deber y de la voluntad, del ser para otros y del responder a la sociedad. Tambien hay amarillo, aunque los dos lo evitamos por que tendemos a arraigarnos a sentimientos mucho más duraderos que la felicidad fugaz propia del día a día. Es un amarillo tenue, pero determinante, por que conocerte a dando paso a una dicha que quizás termine por colonizar este cuadro. Por último nuestra pintura, podría llamarse amor azul, aunque el amor siempre ha sido asociado con el rojo, pero en nuestro caso la pintura demuestra la pasión por sus protagonistas, e invita al crítico a abandonar sus ganas de ludibrio, por que el mismo sabe que lo que envidia no es más que amor puro; que te eleva, que te permite caminar descalzo (por que la seguridad de tus pasos está en que sabes que vas a la par con otro), dónde el sol siempre acompaña y acoge, por que se agradece lo que se tiene y lo que se vivió, si este presente es eterna templanza de una esperanza que fue hecha y tallada.
Azul, ése color no lo tiene sólo el mar, si no tambien tus palabras llenas de esperanza, disfrazadas de cotidianidad.
Paz y serenidad.
Amor que no exije ni se adueña.
Compañeros que se vuelven uno, por que posesión y entrega son actos recíprocos.
Sí esta es nuestra lontananza... me pregunto: ¿Qué cosas concretaremos? ¿Cuántos poemas escribiremos? ¿Cuántos abrazos juntos guardaremos? ¿Cuántos paisajes tu y yo agradeceremos? ¿A cuántos ayudaremos? ¿De quiénes nos defenderemos? ¿Cómo serán los besos que tu y yo celosamente resguardaremos?
Sabes que esto ha sido tan solo nuestra morigeración y tambien ha sido ni un cuarto de lo que seremos y será nuestra obra.
¡Cuántos colores aún faltan por abordar a nuestra pintura!
¡Y cuán hermosa se aprecia de lejos, siendo que ni siquiera tu y yo nos tomamos de la mano!
Sólo sé que si esto es nuestro génesis, doy por sentado que la magnanimidad irá siempre en nuestro andar, por que cuando estamos juntos sabemos que allá está el mundo y nos espera.