lunes, 7 de noviembre de 2011

Alabadas sean estas palabras.

En medio de un universo tornasol
hay dos manos dispuestas a caminar
tomadas sin apresurar sin atrapar.
Ninguno pretende ser el sol


Hay campos y vástagos por doquier
que cantan aleluya al son de la música.
Son flores y hojas
de todo tipo de colores y formas.
¡Mira cuántas almas hemos convocado!
Se dicen asombrados.

Es que uno no cree
hasta donde llegan los sueños
hasta verlos de frente
cara a cara floreciendo.

Alabado sea Dios y su voluntad
Si con cada canto y acorde
el mundo se llena de tanta vida
gentíos de flores y frutas maduras
colores, conciencias, manos alzadas en oración
fragancias de paz, corazones abiertos
Florecidos al amar.

Alabado sea Dios y su voluntad
y todos los hechos que trataron
pero no nos hicieron jamás desertar.
Alabado sea el universo y el todo
que somos cada uno de nosotros
si día a día
somos más los que caminamos
por la paz.


Alabado sea Dios y sus maestros
si con paciencia y generosidad
supieron que hacer para reconocernos
y así juntos mirar esta hermosa
sabana tornasol, de corazones
que corean uno a uno
las poesías de días remotos.

Donde no imaginamos que cantarían
un bosque entero, campo y cielo
por nuestros mismos anhelos
que hoy aquí y ahora
se han hecho en gran medida gracias a ellos
algo más concreto.

Alabado sea Dios
por que nos dio palabras y oídos.
Alabado sea Dios
por que te dio porfía.
Alabado sea Dios
por que me dio sapiencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario