Y perdonarme
por no querer perdonar
justificando
la muralla
que el orgullo
cada día
más y más
fortificaba.
Y perdonarte
por querer
no ver las cosas.
Y perdonarme
por insistir
en exagerar
tus derrotas.
Y perdonarme
por olvidar
todo lo que
sin saber
me diste.
Y perdonarte
por herir
a otros
para evitar
destruirte
a ti mismo.
Y perdonarme
por vestirme
de amargura
teniendo
la luz
cada día.
Y perdonarte
por que
mi ignorancia
fue la causa
de tanta
bronca.
Y perdonarme
por acomodarme
en el poco
esfuerzo
que exije
ver sólo
penumbras.
Y perdonarte
para liberar
tus alas
y dejarte
ir.
Y perdonarme
para liberar
el corazón
del peso
que no me
ha dejado
retomar el vuelo
Iré volando
como tu
aunque nuestros caminos
sólo se cruzaron
para aprender
a perdonar.
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