miércoles, 9 de febrero de 2011

Ojos sin pasado.

Jugando suavamente con azúcar
en nuestras palabras
Somos niños nuevamente
Siente liviano tu corazón
el infante no le teme al sentir.

Profundo
allí donde absorvimos todo
hay algo que se remueve
una vez más.
Semilla que nada entre las aguas
que no están estancadas
como el tiempo nos hizo
pensar muerto.

Renacimos
no es menos ni más.
Sacamosle el polvo a la memoria
lavemos cada día la mente
y dejemos que corra libre el corazón.

El paraje nos invita a sanarnos
cobijo que es nido
en el gran árbol de la vida
Creceremos juntos
si nos lo permitimos.

Me sentaré una vez más
en la intemporalidad
si es necesario.
Ella me despertó y con su irónica forma
me hizo desligarme de las espadas del reloj.
Tengo el todo en cada momento
si el tiempo para ti vale oro
de todas formas y con razón te lo ofrezco.

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